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La importancia de identificar y tener una buena autoestima

  • By Stefano
  • abril 4, 2023
  • 436 Views

Para poder entender lo que sucede en nuestro interior es necesario saber primero que es la autoestima y como esto influye de forma positiva o negativa en nuestra formación y entorno. La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Es a partir de los 5 a 6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores padres, maestros, compañeros, amigos, etcétera y las experiencias que vamos adquiriendo.

La autoestima es importante porque es nuestra manera de percibirnos y valorarnos, una persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus posibilidades, puede que sea por experiencias que así se lo han hecho sentir o por mensajes de confirmación o desconfirmación que son trasmitidos por personas importantes en la vida de ésta, que la alientan o la denigran.

Pero que sucede si no hemos tenido una adecuada formación que haya valorado nuestra estima, ¿podemos cambiar o mejorar? y la respuesta es sí.  Por ello debemos saber identificar que sucede con nosotros en ciertas circunstancias.

Baja Autoestima

Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de estos. Los sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el tiempo volvemos el enojo contra nosotros mismos, dando así lugar a la depresión. Estos sentimientos pueden causarnos ataques de ansiedad, cambios de humor, culpabilidad, reacciones exageradas, hipersensibilidad, es decir encontrar el lado negativo a situaciones positivas o sentirse impotentes y autodestructivos.

Para poder ayudar a una persona que tiene autoestima baja, primero que nada, se tiene que concientizar del problema que tiene, y luego se la podrá ayudar llevándolo a un especialista y apoyándolo durante el tratamiento o el proceso de recuperación. En el caso de los niños, la escuela también cumple un papel muy importante ya que es la que debe tener la estrategia y las formas para ayudar al niño con estos sentimientos tan distorsionados que le ocasionan tantos problemas.

Como sanar la autoestima herida en la infancia.

Repetir estas afirmaciones con frecuencia es manera de comunicarnos con nosotros mismos, de ayudarnos a adquirir seguridad y tener presentes nuestros derechos:

  • Realizo mis elecciones y acciones con responsabilidad y sin temor.
  • Solo yo decido el modo como utilizo mi tiempo, pongo límites a quienes no respetan esto, hago acuerdos para combinar mi tiempo con el de otros sin someterme.
  • Me aplico a mi trabajo con responsabilidad, pero, si algo no va bien, no es porque yo sea un fracaso, sino que todavía tengo que aprender más.
  • Me hago responsable del modo cómo trato a los demás y evito repetir lo que a mí me hizo sufrir.
  • Tengo confianza en poder resolverlo mejor posible cualquier situación.
  • Aprendo a comunicar mis sentimientos y respeto los de otros.
  • Cambio mis opiniones sin temor si me doy cuenta que no eran correctas.
  • Soy una persona valiosa, capaz, creativa y estoy abierta para cambiar todos los aspectos de mi vida.

Si una persona tiende a valorarse de esta manera se trasforma el guía de su propia vida y está protegida de sentir culpas irracionales, de creerse incapaz, mala o inútil, de tener que complacer para ser aceptada.

Por todo lo mencionado es muy importante que la escuela del niño ayude al mismo a descubrir y aprender a ser las personas que siempre quisieron ser, respetándole sus tiempos, sus conflictos y sus confusiones.

Para ser un buen educador…

  • Saber que la escuela puede mejorar o degradar a la gente que está en ella.
  • Estar dispuesto a complementar las nuevas informaciones con los viejos conocimientos.
  • Debe ajustar las oportunidades de aprendizaje a cada niño, de modo que pueda progresar a su propio ritmo de velocidad.
  • Debe tener la capacidad e incluir el desarrollo de habilidades intelectuales junto con el estímulo para que el niño se acepte a sí mismo.
  • Tiene que saber cómo crear un ambiente, para encontrar oportunidades dentro del mismo, donde cada niño pueda sentirse importante.
  • Debe reconocer los puntos fuetes de cada niño: debe tener en claro que las decisiones de los niños pueden ser vencidas a través de sus fortalezas.
  • Tener conciencia de los sentimientos y de las imágenes que los niños tienen en su mente cuando van a la escuela.
  • Comprender que algunas veces los niños sólo se desarrollan mediante la aprobación, ya que la crítica debe esperar hasta que el niño sea suficientemente fuerte para aceptarla.
  • Aceptar la conducta que no sea adecuada comprendiendo que los seres inestables se rigen en la conducta agresiva cuando las presiones son demasiado grandes.
  • Transmitir a los niños su fe en ellos, es decir, que sus alumnos sean personas dignas de estima y respeto.

Actitudes o Posturas habituales que indican Baja Autoestima.

  • Autocrítica dura y excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.
  • Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus críticos.
  • Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
  • Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión del peticionario.
  • Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer “perfectamente” todo lo que intenta, que conduce   a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
  • Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
  • Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
  • Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.

Buena Autoestima

Para entender bien este punto es necesario saber no se habla de una alta autoestima, sino del narcisismo o de una buena autoestima. Por ello es necesario diferenciarlas por ejemplo el narcisismo es el amor excesivo hacia uno mismo o de algo hecho por uno mismo, por eso se dice que una persona es narcisista, cuando está enamorado de sí mismo, es decir de lo que piensa, de lo que hace, de cómo es, de cómo se viste, etc., pero no del propio ser, sino de la imagen del yo. En estos tiempos en las redes sociales se ve casos muy seguidos de narcisismos.

Sin embargo, alguien con una buena autoestima no necesita competir, no se compara, no envidia, no se justifica por todo lo que hace, no actúa como si “pidiera perdón por existir”, no cree que está molestando o haciendo perder el tiempo a otros, se da cuenta de que los demás tienen sus propios problemas en lugar de echarse la culpa “por ocasionar molestias”.

Características de la autoestima positiva

  • Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aún cuando encuentre fuerte oposiciones colectivas, y se siente lo suficientemente segura como para modificar esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
  • Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirme culpable cuando a otros le parece mal lo que halla hecho.
  • No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que halla ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.
  • Tiene confianza por su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar   por los fracasos y dificultades que experimente.
  • Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra persona, aunque reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
  • Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para aquellos con quienes se asocia.
  • No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
  • Reconoce y acepta en sí mismo una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.
  • Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con amigos, etc.
  • Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a mejorar o divertirse a costa de los demás.

La influencia que tiene la familia en la autoestima del niño o niña es muy importante, ya que esta es la que le trasmite o le enseña los primeros y más importantes valores que llevaran al niño a formar, a raíz de estos, su personalidad y su nivel de autoestima.

Muchas veces los padres actúan de diferentes maneras, que pueden ser perjudiciales para el niño dejándole marcas difíciles y un continuo dolor oculto que influirá en el desarrollo de su vida; a estos padres se los llama mártires o dictadores. Pero también están los que le valoran y reconocen sus logros y sus esfuerzos y contribuyen a afianzar la personalidad.

Pero el factor más importante que influye en la familia, es la comunicación, ya que están estrechamente relacionadas. Según se hayan comunicado nuestros padres con nosotros, esos van a ser los factores que influyan en nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de relacionarnos con los demás.  Estas experiencias permanecen dentro nosotros toda la vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas y a anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, y para no transmitírselas a nuestros hijos.

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